Periodoncia

Periodoncia

Es el tratamiento de la comúnmente conocida piorrea, que afecta a las encías y otros tejidos de soporte dentario, como por ejemplo el hueso. La enfermedad comienza con el depósito de placa bacteriana sobre los dientes. Si esta placa no es removida por el paciente, calcifica y forma el tan odiado sarro dental. Ya en este punto, es imposible que el propio paciente lo remueva por sus propios medios, por lo que el sarro solo puede ser eliminado mediante una higiene dental profesional.
Si no lo hacemos, el sarro situado sobre la superficie de los dientes provoca inflamación de las encías, las cuales pueden llegar a sangrar por el simple roce del cepillado e incluso en algunas ocasiones también pueden aparecer síntomas como la halitosis o mal aliento. De no ser tratado, la enfermedad periodontal sigue avanzando en profundidad y el sarro se extiende a las raíces dentarias, provocando la aparición de bolsas periodontales, que van acompañadas de pérdida de hueso y la encía se separa del diente, provocando una profundidad de sondaje aumentada. Existe una sensación de diente alargado.
En casos avanzados, existe mucha pérdida de hueso y puede aparecer movilidad en el diente provocando su pérdida prematura por falta de soporte. En resumen, es una enfermedad que afecta a los tejidos de soporte del diente y, de no poner tratamiento alguno, conducirá a una pérdida prematura de la pieza dental en cuestión por falta de soporte.

Periodoncia

Es el tratamiento de la comúnmente conocida piorrea, que afecta a las encías y otros tejidos de soporte dentario, como por ejemplo el hueso. La enfermedad comienza con el depósito de placa bacteriana sobre los dientes. Si esta placa no es removida por el paciente, calcifica y forma el tan odiado sarro dental. Ya en este punto, es imposible que el propio paciente lo remueva por sus propios medios, por lo que el sarro solo puede ser eliminado mediante una higiene dental profesional.
Si no lo hacemos, el sarro situado sobre la superficie de los dientes provoca inflamación de las encías, las cuales pueden llegar a sangrar por el simple roce del cepillado e incluso en algunas ocasiones también pueden aparecer síntomas como la halitosis o mal aliento. De no ser tratado, la enfermedad periodontal sigue avanzando en profundidad y el sarro se extiende a las raíces dentarias, provocando la aparición de bolsas periodontales, que van acompañadas de pérdida de hueso y la encía se separa del diente, provocando una profundidad de sondaje aumentada. Existe una sensación de diente alargado.
En casos avanzados, existe mucha pérdida de hueso y puede aparecer movilidad en el diente provocando su pérdida prematura por falta de soporte. En resumen, es una enfermedad que afecta a los tejidos de soporte del diente y, de no poner tratamiento alguno, conducirá a una pérdida prematura de la pieza dental en cuestión por falta de soporte.

  • Gingivitis: Consiste en una inflamación de las encías. Se caracteriza por enrojecimiento de las encías, inflamación, mal aliento, sangrado al cepillarse o espontáneo. Una vez establecida la gingivitis sería necesaria una higiene profesional. Conviene aclarar que existen ciertos estados hormonales que favorecen la formación de gingivitis tales como pubertad, estados premenstruales, embarazo, alteraciones endocrinas…
  • Periodontitis inicial: Es la evolución de una gingivitis no tratada. La característica principal que la diferencia de una gingivitis es la pérdida de hueso alveolar, que en este caso es solo inicial. Todos los signos anteriores pueden aparecer también.
  • Periodontitis Avanzada: La pérdida ósea ha seguido avanzando. La destrucción es mucho mayor y puede aparecer movilidad dentaria. En este caso, la enfermedad habrá que tratarla con un procedimiento quirúrgico que evite que continue avanzando y que provoque la pérdida de los dientes.
  • Periodontitis agresivas: Es un tipo raro de periodontitis donde la cantidad de sarro no se corresponde con la destrucción que ocasiona. Está ligada a factores genéticos. No es muy prevalente dicha patología, pero clínicamente se observa con frecuencia relativa.
  • INFLAMACIÓN y enrojecimiento de las encías.
  • SANGRADO de las encías.
  • Mal aliento o HALITOSIS.
  • En casos avanzados MOVILIDAD DENTARIA.
  • Puede aparecer PUS entre diente y encía.
El mejor método de prevención es una correcta higiene. Serían necesarios tres cepillados diarios, uno después de cada comida. El cepillado más importante es el nocturno, pues por la noche no segregamos saliva, que es una barrera defensiva, y estaríamos dejando restos alimenticios durante mucho tiempo sin ningún tipo de protección y las bacterias se aprovechan de ello.
Se recomienda también el uso de hilo dental para espacios interproximales, es decir entre diente y diente. Son lugares de difícil acceso con el cepillo y, por ello aconsejamos el uso de seda dental. El hilo dental en casos particulares se podría sustituir por unos cepillos interproximales, que son unos cepillos muy finos especialmente adaptados para dichos espacios.
También se podrían utilizar colutorios dentales como complemento a los medidas anteriores, pero en ningún caso sería el único método a utilizar pues no es efectivo por sí solo. Es un complemento adicional.
Una vez establecida la enfermedad periodontal nuestro equipo de dentistas diagnosticarán en qué punto se encuentra para poner el tratamiento interceptivo más correcto.
Cuando se trata de una gingivitis que solo es inflamación de las encías por presencia de sarro con una higiene profesional o profilaxis es suficiente.
Cuando existe pérdida de soporte óseo, una periodontitis, la higiene profesional se queda corta, pues ahora también tenemos que eliminar sarro de las raíces dentarias y se hace mediante un curetaje. En casos avanzados en los cuales hay mucha pérdida de soporte y existe bastante profundidad de sondaje sería necesaria una cirugía periodontal.